Continúa el Alerta por temperaturas extremas hasta el miércoles, después llega el agua

El Servicio Meteorológico Nacional renovó el alerta y pronosticó altas temperaturas al menos hasta el miércoles, prevé lluvias para esta noche sin descenso de la temperatura, mañana vuelve el calor.

LA ola de calor sigue afectando la Ciudad de Buenos Aires y por eso el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) renovó el alerta para la jornada de este lunes, martes y miércoles por temperaturas que pueden superar los 36º.

Por otro lado, el organismo pronostico probabilidad de lluvia para esta noche, incluso emitió un alerta meteorológica amarilla por ráfagas de viento provenientes del sector sur podrían con velocidades de entre 35 y 50 km/h y las ráfagas podrían superar los 70 km/h. Aunque el martes volverán el calor que se mantendrá hasta el miércoles a la noche con tormentas y un significativo descenso de la temperatura.

Mientras se mantenga el calor, se recomienda tomar los cuidados necesarios para prevenir el golpe de calor. Hay que tener en cuenta que el golpe de calor puede afectar a personas de cualquier edad, pero los grupos de mayor riesgo son los niños -que no manifiestan sus síntomas con facilidad- y los mayores de 65 años.

Una ola de calor se da cuando las temperaturas mínimas superan los 22°c y las máximas los 32°c durante por lo menos 3 días consecutivos. Según el pronóstico de los próximos días, esta semana la Ciudad podría producirse una ola de calor. En caso de presentar con síntomas relacionados al calor, se recomienda llamar al 107 (SAME) y solicitar ayuda médica.

Recomendaciones ante las altas temperaturas

Recordar que no existe un tratamiento farmacológico contra el Golpe de Calor y sólo los métodos clásicos, citados arriba, pueden prevenirlo y contrarrestarlo.

Con la llegada del verano, las personas estamos más expuestas al sol. Por eso, es muy importante tomar ciertas precauciones.

Existe la idea equivocada de que el bronceado es saludable. Sin embargo, la exposición solar, a través de las radiaciones ultravioletas (UV), puede producir graves daños en la piel. Algunas lesiones aparecen en forma inmediata, como las quemaduras y las ampollas; otras –como el envejecimiento prematuro de la piel, las manchas y hasta el cáncer de piel- se pueden presentar a lo largo de los años, ya que los efectos nocivos de estas radiaciones se acumulan en el tiempo.

  • No te expongas al sol entre las 10 y las 17 horas.
  • Usá protector solar FPS 15 como mínimo, incluso los días nublados, y aplicalo 30 minutos antes de exponerse al sol. Los niños y bebés necesitan mayor protección.
  • Protegete con sombrero, ropa y anteojos.
  • Tené en cuenta que exponerse en dosis pequeñas y frecuentes, broncea mejor que una exposición prolongada y aislada.
  • Buscá la sombra de un árbol, techo o sombrilla.
  • Recordá que las nubes dejan pasar el sol, y que la arena, el agua y la nieve aumentan su acción.
  • Se recomienda el uso de protectores solares que impidan la agresión de los rayos ultravioletas. El factor de protección mínima es FPS 15. De acuerdo a su tipo de piel y antecedentes, su dermatólogo podrá indicarle el protector más adecuado.
    Para que la protección sea efectiva, el protector debe aplicarse cada dos horas y después de cada baño, ya que pese a que se presenten como resistentes al agua pierden sus propiedades.
  • Evite que su bebé esté expuesto a la radiación solar en forma directa, y tenga mucho cuidado ya que el reflejo de los rayos en la arena y en el agua pueden quemarle la piel aunque esté bajo una sombrilla.
  • Los menores de 6 meses no deben exponerse al sol directo y no deben utilizarse en ellos filtros solares.
  • La protección del sol debe realizarse desde el nacimiento y continuar toda la vida por los efectos acumulativos.
  • En caso de detectar cambios en la piel, se recomienda realizar un control dermatológico para la detección temprana de lesiones.

Qué hacer con los alimentos y el agua:

Alimentos:

  • Mantener en la heladera aquellos alimentos que puedan echarse a perder debido al calor. Verificar la temperatura y control del buen funcionamiento de la heladera.
  • Arrojar a la basura cualquier alimento que pueda haber perdido la cadena de frío. Observar su olor, color o textura. Si son anormales descartalos.
  • Mantener los alimentos que pueden estar fuera de la heladera en lugares limpios y frescos y al resguardo de aberturas, superficies y/o fuentes de calor.
  • Tirar alimentos perecederos (incluidos la carne, el pollo, el pescado, los huevos y las sobras) que hayan estado por 2 horas o más fuera del frío. Además, desechar todos los comestibles enlatados cuyos envases estén abiertos, dañados o inflados.

Agua: consumir siempre agua segura y mantenerla correctamente envasada (en botellas o bidones limpios y cerrados) en la heladera, en lugares limpios y alejada de fuentes de calor.

Salud visual

Prevención durante el verano

En los meses de verano, el sol, las altas temperaturas, la sequedad del ambiente o el cloro de las piscinas pueden afectar la salud de los ojos, por eso debemos extremar precauciones y tomar las medidas de protección adecuadas.

Los procesos inflamatorios, como la conjuntivitis alérgica o irritativa, aumentan su incidencia en los meses de calor. Las radiaciones resultan dañinas para la córnea y el cristalino, además los rayos ultravioleta inducen al envejecimiento de la piel y del cristalino y pueden producir cataratas.

El cloro del agua de los natatorios o la sal del agua del mar puede producir irritación, en tanto que la sequedad del ambiente (tanto natural como por uso del aire acondicionado) provoca mayor evaporación de la lágrima aumentando la sensación de ojo seco.

Para proteger nuestros ojos debemos utilizar

  • Anteojos de sol
  • Viseras o sombreros
  • Antiparras
  • Protector solar con filtro UV

En el caso de «ojo seco» debemos aumentar el parpadeo, en forma consciente, y de ser necesario, usar lágrimas artificiales, recetadas por el oftalmólogo. Es recomendable humidificar el ambiente en caso de utilizar aire acondicionado.

Golpe de calor

¿Cuáles son los síntomas?

  • El primer síntoma puede ser un agotamiento por calor, es de suma importancia reconocerlo para prevenir situaciones de mayor gravedad.
  • Sudoración excesiva
  • En los bebés puede verse la piel muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal (sudamina)
  • Piel pálida y fresca
  • Sensación de calor sofocante
  • Sed intensa y sequedad en la boca
  • Calambres musculares
  • Agotamiento, cansancio o debilidad
  • Dolores de estómago, inapetencia, náuseas o vómitos
  • Dolores de cabeza
  • Irritabilidad (llanto inconsolable en los más pequeños)
  • Mareos o desmayo

Los síntomas de un golpe de calor muy grave son:

  • Temperatura del cuerpo 39° 40° o mayor (medida en la axila)
  • Piel roja caliente y seca (se agota la transpiración)
  • Respiración y frecuencia cardiaca acelerada
  • Dolor palpitante de cabeza
  • Alteración del estado mental y del comportamiento como: vértigos, mareos desorientación, delirios, confusión o pérdida de conocimiento
  • Convulsiones

Los grupos vulnerables son personas que tienen mayor riesgo:

  • Los menores de 5 años y más aún los menores de 1 año
  • Los niños con enfermedades crónicas que pueden ser: cardíacas, renales, mentales o neurológicas, otras
  • Los niños con fiebre por otra causa o diarrea
  • Los niños obesos o desnutridos
  • Los que tienen la piel quemada por el sol
  • Los jóvenes que abusan de bebidas con alcohol y drogas
  • Personas con enfermedades crónicas.

Cómo prevenir los efectos dañinos del calor extremo

  • Cuidar la hidratación y la alimentación:Dar el pecho a los lactantes más frecuente
  • Ofrecer a los niños abundante agua segura y jugos naturales durante todo el día
  • No ofrecer bebidas con cafeína o con azúcar en exceso
  • No ofrecer bebidas muy frías o calientes
  • No ofrecer comidas pesadas
  • Reducir la actividad física en los horarios de mayor calor
  • Permanecer en lugares ventilados y frescos
  • Vestirlos con ropa holgada, liviana, de algodón y colores claros o mejor desvestirlos
  • Bañarlos y mojarles el cuerpo con frecuencia.
  • Proponer juegos tranquilos
  • No exponer al sol entre las 10 y 16 h
  • Mantenerlos en lugares bien ventilados, usar ventiladores o aire acondicionado (ya sea en casa o lugares públicos) cuando la temperatura ambiente es muy elevada.
  • Nunca permanezca con ellos dentro de un vehículo estacionado y cerrado.
  • Para los jóvenes y adolescentes No consumir bebidas con alcohol ya que aumentan la temperatura corporal y las pérdidas de líquido. No es conveniente tomar cerveza ante la sed y el calor.
  • Evitar esfuerzos físicos o actividades deportivas exigentes.
  • Sentarse y descansar cuando sientan mareos o fatiga.
  • Recordar las recomendaciones generales sobre la hidratación, alimentación y refrescar el cuerpo.

Como debemos actuar si ocurre

¿Qué hacer ante un niño con agotamiento por calor?

  • Ofrecer agua fresca y agua con ½ cucharita de sal por litro
  • Dar a los lactantes el pecho mas frecuente
  • Trasladarlo a un lugar fresco y ventilado, si es posible con aire acondicionado
  • Desvestirlo (exponer el cuerpo al fresco)
  • Ducharlo o mojar todo el cuerpo con agua fresca
  • Que este quieto y descanse
  • Consultar a su pediatra o a un Centro de Salud

¿Qué hacer ante un golpe de calor?

Cuando el cuadro es muy grave llamar inmediatamente a un servicio de emergencia o ir con urgencia hasta el Centro de Salud, trasladar urgente al niño a un lugar fresco y ventilado, si es posible con aire acondicionado frío.

Quitarle la ropa y enfriarlo rápidamente mojando con agua fría todo el cuerpo, darle de beber agua, si está consciente.

Qué no hacer

  • No se debe administrar medicamentos antifebriles.
  • No se debe friccionar la piel con alcohol ya que puede causar una intoxicación.