Ser Mujeres en la ESMA. Testimonios para volver a mirar.

Muestra temporaria basada en testimonios judiciales de las sobrevivientes, sobre la violencia de género y diversos delitos sexuales cometidos por el Grupo de Tareas de la ESMA. Hasta el 16/2.

En diálogo con las nuevas sensibilidades que despierta el movimiento de mujeres en el presente y sus demandas en la calle, la muestra vuelve a mirar el funcionamiento del centro clandestino de la ESMA a partir de la perspectiva de género, una dimensión hasta ahora ausente en la exhibición permanente del Museo.

La violencia hacia las mujeres al interior de los centros clandestinos fue una expresión más de la violencia ejercida masivamente por las Fuerzas Armadas y de Seguridad contra las y los militantes populares. También fue una expresión de las prácticas violentas que históricamente sufrieron las mujeres en la sociedad. Durante el cautiverio, la violencia no sólo se ejerció contra las secuestradas en tanto militantes políticas, sino también, y de modo específico, en tanto mujeres. Aun así, las mujeres desarrollaron acciones para sobrevivir. Algunas iniciativas individuales o grupales les permitieron cuidarse a sí mismas, también a otros y a otras, e incluso transgredir las reglas de juego impuestas por el centro clandestino.

“Los guardias solían decir que las mujeres éramos mucho más peligrosas que los hombres”.
A. B.
Secuestrada del 6 de diciembre de 1978 al 30 de agosto de 1979
Testimonio Juicio ESMA, Causa Uni_cada, 20/3/2013

“Las mujeres éramos su botín de guerra. Nuestros cuerpos fueron considerados como botín de guerra. Eso es algo bastante habitual, por
no decir muy habitual, en la violencia sexual. Y utilizar o considerar a las mujeres como parte del botín es un clásico en todas las historias
represivas de las guerras. Son innumerables los casos, forman parte de la cultura de la guerra y en esto no fue una excepción. Hubo
muchas variedades. Y sí hubo un tratamiento diferencial entre secuestrados hombres y secuestradas mujeres, evidentemente.”

S.L
Secuestrada del 29 de diciembre de 1976 al 16 de junio de 1978
Testimonio Juicio ESMA, Causa Uni_cada, 18/11/2013

La exhibición cuenta con intervenciones silenciosas en distintos puntos del Museo y con un sector de testimonios gráficos y audiovisuales que aborda diversas perspectivas de la experiencia concentracionaria desde la condición de mujer.
Con el intento de generar un cruce generacional en la percepción de esta historia, la muestra retoma ejes de las consignas del movimiento de mujeres del presente —Lo personal es político, Vivas nos queremos y el concepto de sororidad— para revisar las diversas dimensiones de la violencia, las estrategias de supervivencia, las narrativas a las que apelaron las mujeres de acuerdo a las épocas y las dificultades del proceso de Justicia para reconocerlas y juzgarlas. La exhibición también cuenta con material fotográfico de coberturas colaborativas en todo el país realizadas en 2017 y 2018 por Pandilla feminista.

YO ACUSO

El proceso de justicia por delitos sexuales y abusos en la ESMA.

Las sobrevivientes denunciaron los crímenes del Grupo de Tareas de la ESMA durante los años de la dictadura. Hablaron de la tortura, los asesinatos, las apropiaciones de bebés, la violencia cotidiana y los tratos inhumanos. Sin embargo, les llevó más tiempo denunciar las prácticas de violencia sexual y las distintas formas de violencia de género. Recién en el año 2001, con la reapertura de los juicios de lesa humanidad, la dimensión de género comenzó a ingresar lentamente a las salas de audiencia alentada por el trabajo de abogadas y abogados querellantes de lesa humanidad y fiscales que buscaban la sanción y el castigo de las violaciones y abusos como parte de las obligaciones reparatorias del Estado.

También a la Justicia le llevó tiempo escuchar esos testimonios. Durante el Juicio a las Juntas de 1985 la Justicia consideró a las violaciones como parte integral de los tormentos. En el año 2010, se produjo en el país la primera condena a un represor como violador. Y el año 2011, el juez Sergio Torres, a cargo de la causa ESMA, declaró a los sometimientos sexuales en el centro clandestino como prácticas sistemáticas llevadas a cabo por el Estado dentro del plan clandestino de represión y exterminio.

Según los registros de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad del Ministerio Público Fiscal, hasta diciembre de 2018 se dictaron 107 condenas en 26 sentencias por abuso sexual, violación y aborto forzado entendidos como crímenes de lesa humanidad. Pese a las numerosas denuncias y hechos vertidos en cada uno de los juicios, aún no hay condenados por delitos sexuales para los integrantes del Grupo de Tareas de la ESMA.

“Creo que lo más perverso que ocurrió –y recién ahora después de muchos años hay mujeres que están reflexionando y lo están denunciando–, es que todas y cada una de las que pasamos por la Escuela de Mecánica de la Armada fuimos víctimas de acoso sexual, y muchas fueron abusadas sexualmente y violadas.”
M.L.
Secuestrada del 25 de marzo de 1978 al 10 de enero de 1979
Testimonio Juicio ESMA, Causa Unificada, 6/2/2014

“Yo creo que tomar conciencia del maltrato hacia la mujer como hoy, no lo teníamos entonces. Había cosas que teníamos normalizadas y además
en esas condiciones no lo hablábamos o nos avergonzaba hablarlo.”

A. M. S.
Secuestrada del 16 de agosto de 1977 a mediados de 1978
Testimonio Juicio ESMA, Causa Unificada, 12/12/2013

Museo de la Memoria ESMA
Av. del Libertador 8151, Nuñez
Comuna13

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