Entre marchas y debates parlamentarios avanza la UniCABA

En diciembre pasado el Poder Ejecutivo porteño impulsó un proyecto de ley que todavía no llegó al Recinto del Palacio Legislativo. La comunidad educativa impulsó un amparo para solicitar más información.

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires quiere crear una universidad para formar docentes, quienes en el presente asisten a 29 terciarios porteños. La mayor parte de la comunidad educativa rechaza la iniciativa oficial y la vincula a un golpe de efecto en desmedro de la calidad y autonomía de los institutos.

El 1 de diciembre pasado, mientras promovía la Secundaria del Futuro, el Poder Ejecutivo porteño elaboró el proyecto de ley para crear la UniCABA (Expediente 3182-J-2017) y lo envió a la Legislatura porteña. Al cierre de esta edición, todavía se debate en la Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología, presidida por Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica en el bloque oficialista Vamos Juntos).

“Autonomía académica e institucional”

Según el proyecto de ley, la UniCABA “concentrará toda la formación docente de gestión estatal de la Ciudad”: el nivel terciario de gestión estatal de las Escuelas Normales Superiores, las Escuelas Superiores de Educación Artística y los Institutos de Educación Superior de Formación Docente y la Escuela de Maestros. Incluirá “áreas de conocimiento de educación, didáctica, pedagogía, ciencia y tecnología, administración y gestión de la educación” garantizando “la igualdad, gratuidad y equidad”.

El proyecto asegura que la UniCABA “gozará de autonomía académica e institucional y de autarquía económica financiera y administrativa”. Se “regirá por un estatuto que será redactado por el rector u organizador designado por el Poder Ejecutivo” porteño. El Ministerio de Educación e Innovación, a cargo de Soledad Acuña, aprobará ese estatuto.

El Consejo de Educación Superior de Gestión Estatal de la Ciudad (CESGE), que nuclea a los 29 profesorados, expresó sobre este punto: “El proyecto esconde la decisión del Gobierno porteño de anular la democracia en nuestras instituciones”. Mariano Garrido, secretario de Asuntos Pedagógicos del gremio Ademys, analizó: “Pretenden avanzar en términos políticos sobre la autonomía de un sector que suele ser crítico y con instituciones que poseen cogobierno. El modelo de reemplazo es verticalista, con plenos poderes para el Poder Ejecutivo”.

El artículo sexto del proyecto postula que se le transferirá a la UniCABA los “patrimonios, personal docente y no docente, matrícula y sus correspondientes partidas presupuestarias” de los 29 profesorados porteños.

La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE – CTERA) alertó que hay una “serie de problemas que afectan los derechos de los docentes que se desempeñan en el Nivel Superior”: “Se disuelve todo el sistema formador porteño y con ello todas las garantías laborales establecidas en el Estatuto del Docente para quienes trabajan en los profesorados”.

Hay una cláusula transitoria que establece: “La presente ley garantizará la continuidad académica de los trayectos educativos de alumnos/as de nivel superior no universitario cuyas cohortes, se hayan iniciado con anterioridad al inicio de la actividad académica”.

“Hay dispersión de planes de estudio”

Soledad Acuña dijo sobre la creación de la UniCABA: “Hoy tenemos 29 Institutos de Formación Docente (IFD) que son terciarios. No tienen estudiantes porque los jóvenes no eligen la carrera docente. Tenemos que cambiar la formación de los maestros”.

El gremio docente Ademys lo refuta y dice: “En 2016, registró 28.119 inscriptos, una de las cifras más altas en términos recientes. A su vez, ese número representa el 77% del total de los estudiantes de profesorados, quedando en el sector privado solo un 23% de la matrícula, con 8.518 alumnos”.

Diego Meiriño, subsecretario de Planeamiento e Innovación, dijo que, en base a datos de 2016, de 7.000 anotados se reciben cerca de 1.900. Añadió que ante un plan de estudios de cinco años los estudiantes lo terminan, en promedio, en 7,6 años. Defendió la UniCABA al afirmar que existe “una dispersión de planes de estudio, no hay un sistema de formación docente”. Como Acuña, opinó que “la cantidad de egresados docentes no cubre la demanda del sistema”.

Ciudad proyecta que el inmueble de la UniCABA esté ubicado en el futuro Parque de la Innovación, donde se emplaza el Tiro Federal (avenida del Libertador 6905, Núñez). La ministra Acuña detalló al respecto: “Tenemos 29 edificios y el 80% de la matrícula se concentra en 4 o 6, que están todos en zona centro. Y por otro lado tenemos edificios que hoy cobijan a otros niveles porque tienen inicial, primaria, secundaria y terciario que si unificásemos en un edificio nuevo el espacio de esa escuela podría utilizarse para ampliar la vacante de secundaria por ejemplo”.

“A lo mejor hoy todo lo que tiene que ver con idiomas, la enseñanza de idiomas y traductorado que está en algunos edificios se puede mudar a un solo edificio y esos espacios hacerlo para tener más vacantes para el secundario”, dijo Acuña a La Prensa.

UniCABA, una ley con transversalidad

La aprobación de la UniCABA es de suma importancia para el Poder Ejecutivo porteño. Ha sido debatido en varias reuniones entre la bancada oficialista Vamos Juntos y el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, y el jefe de Gabinete de Ministros, Felipe Miguel, entre otros.

Sin embargo, en la bancada advierten que el proyecto de UniCABA genera rechazo en gran parte de la comunidad educativa. Vamos Juntos tiene 34 de los 60 votos, pero el objetivo es aprobarlo con la mayor transversalidad posible.

La Unión Cívica Radical porteña celebró un plenario y dijo que la Ciudad primero debe aprobar una reforma educativa. La bancada SUMA+ presentó un proyecto alusivo que no fue tratado. Bloques como Unidad Ciudadana o el Frente de Izquierda mostraron su total rechazo.

Fuentes de la secretaría parlamentaria de la Coalición Cívica, partido al que pertenece Ferraro, dijeron para este artículo que el debate continúa dentro de la Comisión de Educación y que no estaba definida una fecha para firmar el dictamen, lo que habilita la votación en el Recinto de sesiones.

“Una escuela degradada académicamente”

Desde el comienzo, hubo un rechazo mayoritario a la creación de la UniCABA. Se hicieron varias marchas en el centro porteño, con la presencia de miles de educadores y estudiantes luciendo pañuelos rojos, símbolo de esta lucha. El Obelisco, la Legislatura porteña, el Ministerio de Educación e Innovación fueron algunos de los puntos de encuentro.

Mariano Garrido, secretario de Asuntos Pedagógicos del gremio Ademys, contextualizó: “Se propone consolidar un perfil de docente acorde a la reforma: un docente “facilitador” o “aplicador”, el que aplique los contenidos de la llamada “Secundaria del Futuro”, una escuela degradada académicamente, con un tercio de su cursada no presencial, y promotora de la flexibilidad laboral mediante las pasantías”.

Guillermo Parodi, secretario adjunto de UTE expresó: “Hay dos proyectos políticos educativos distintos. Uno es este, que esta calcado de las demandas del Banco Mundial y le pone precio al conocimiento. El otro está sustentado en lo que se llama derecho social a la educación”.

Los 16 artículos y sus tres cláusulas transitorias no resultan suficiente información para la comunidad educativa. El Consejo de Educación Superior de Gestión Estatal de la Ciudad presentó en abril un amparo para pedir datos oficiales complementarios. Lo hizo con patrocinio del Ministerio Público de la Defensa ante el Juzgado Nº 7 del Fuero Contencioso Administrativo de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Martín Converset. El junio le anexaron 658 firmas de docentes, alumnos, graduados y miembros de la comunidad educativa.

El Defensor Ramiro Dos santos Freire reflexionó ante este pedido: “No se puede generar un cambio tan significativo sin consultar a nadie y mucho menos sin consultar a quienes le han dedicado su vida y su carrera. Cambios estructurales como éste requieren un debate serio, responsable y consensuado”.