Ya está disponible la edición 2020 del Anuario Legislativo

El Anuario Legislativo constituye una herramienta informativa y de consulta que muestra de manera práctica y organizada las actividades realizadas durante el año por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, junto con las intervenciones de cada área del Poder Ejecutivo.

Con el objetivo de brindar información acerca de la actividad legislativa del año 2020, la Dirección General Asuntos Legislativos presenta la octava edición del Anuario Legislativo, en su formato digital.

Esta publicación es una herramienta informativa y de consulta, que permite conocer las labores parlamentarias de interés, realizadas por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, así como la relación con el Poder Ejecutivo.

En esta edición, no solamente se presentan las actividades de interés que tuvieron lugar en materia legislativa, sino que también el impacto de la pandemia del Covid-19 que requirió la adaptación de las prácticas cotidianas para garantizar su desarrollo. Los datos de este Anuario se enmarcan en un año atípico, donde se pusieron a prueba las distintas capacidades de coordinación y articulación de las instituciones democráticas.

Tal como señala el Director General de Asuntos Legislativos, Juan Pablo Carrique, “El año 2020 significó un desafío constante para el desarrollo de la representación política y el cumplimiento de las demandas de la ciudadanía. La pandemia declarada por el Covid-19 requirió, en toda la Argentina, una adaptación de las instituciones y del ejercicio de la política, y la CABA es pionera en implementar medidas de contención de la pandemia”.

Asimismo, es un instrumento que facilita la transparencia, en el sentido que permite a la ciudadanía el ejercicio del derecho y el acceso a la información poniendo en conocimiento las actividades desarrolladas por sus representantes en el marco de las facultades conferidas.

Por otra parte, se presentan los cursos de formación de la Dirección General, que desde el pasado año y por las medidas sanitarias impuestas por la pandemia implicaron su rápida adaptación a la virtualidad. Esta experiencia permitió superar la limitación física propia de las aulas o espacios en donde se desarrollaban las clases presenciales, aumentando la cantidad de participantes y los lugares donde residen. Con ello se pudo vincular con estudiantes y profesionales de todo el país.